El ejercicio es una magnífica receta para los corazones mayores

El ejercicio regular es una medicina potente para los adultos mayores con enfermedad cardiaca, según una nueva declaración científica de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).

La actividad física debe ser parte clave de la atención de los adultos mayores con enfermedad cardiaca que deseen reducir sus síntomas y fomentar su resistencia, señaló un cardiólogo geriátrico, el Dr. Daniel Forman, presidente del panel que escribió la nueva declaración.

"Muchos proveedores de atención de la salud solo se concentran en la gestión médica de las enfermedades (como la insuficiencia cardiaca, los ataques cardiacos, la enfermedad de las válvulas cardiacas y el accidente cerebrovascular) sin enfocarse de forma directa en ayudar a los pacientes a maximizar su función física", dijo Forman en un comunicado de prensa de la asociación cardiaca.

Pero tras un ataque cardiaco u otro evento del corazón, los pacientes deben ganar fuerzas. Su independencia podría requerir la capacidad de "levantar una bolsa de la compra y llevarla al coche", dijo Forman, profesor de medicina en el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh y en el Sistema de Atención de la Salud de la VA de Pittsburgh.

"Enfatizar la función física como parte fundamental de la terapia puede mejorar la calidad de vida de los pacientes mayores, y su capacidad de realizar las actividades de la vida cotidiana", añadió.

Y nadie es demasiado viejo como para moverse. "Los pacientes de más de 70 y 80 pueden beneficiarse", afirmó Forman.

La rehabilitación cardiaca es una herramienta esencial para los pacientes mayores, al ofrecer consejería y entrenamiento de ejercicio para fomentar la salud del corazón, y gestionar el estrés y la depresión. Pero Forman lamentó que no se receta lo suficiente.

"Al tratar a los pacientes cardiacos de 70, 80, 90 y más, los proveedores de atención de la salud con frecuencia enfatizan los fármacos y procedimientos sin considerar la importancia de lograr que los pacientes vuelvan a ponerse de pie, que es exactamente lo que los programas de rehabilitación cardiaca están diseñados para hacer", anotó.

Caminar y hacer más tareas en casa a diario también puede resultar útil, dijo Forman. El entrenamiento de la resistencia y el equilibrio puede ayudar a prevenir caídas. El tai chi y el yoga utilizan características de fuerza, equilibrio y aeróbicas, explicó.

La declaración también describe formas para que los médicos cardiacos evalúen los niveles de funcionamiento físico de los pacientes.